De forma totalmente inesperada se nos fue la leyenda del pop. Todo buen aficionado musical que se precie recordará la noche del 25 de junio de 2009, la fatídica noche en la que el Rey de la música detuvo su voz. Parece mentira que ya haya pasado prácticamente un año.

Dejó medio siglo de luces y sombras, pero aun así siempre fue, más que un artista, un líder a seguir. Referencia musical, ídolo del pentagrama, y con total seguridad, el mejor revolucionario del baile pop. Recordémosle como lo que realmente fue en la música…

Llegó a tener el mundo a sus pies, pero no supo asimilarlo. Procedente de una infancia difícil, quiso recuperarla cuando ya era tarde; quizás eso fue semilla de su mayor problema… después de todo fue un incomprendido.

Eleva el videoclip a nivel de cortometraje. Su innato sentido del ritmo seduce al planeta. Nos regala joyas como Human Nature, Beat It, Billie Jean… donde su esencia prevalecerá por siempre.

Como todos sabemos, hace historia con Thriller, que hasta ahora es el álbum más conocido, y del que en la actualidad se calcula que lleva vendidas más de 109 millones de copias. Ahí queda eso.

La historia no será capaz de volver a crear un personaje que lo iguale, ni tan siquiera que se le parezca...

Personalmente empecé a seguirlo cuando tan solo contaba con 14/15 años, aunque de forma esporádica. No fue hasta mis 17 años cuando realmente me di cuenta de qué suponía ese fenómeno para la música. Sobre marzo del año pasado anunció su nueva y última gira, la esperada “This Is It”, para la cual ya teníamos reservadas las entradas un grupo de amigos para ir ese verano a Londres. El destino quiso que nunca lo viese en vivo. Simplemente me quedará en el recuerdo, y me consuelo pensando que fue tan grande que no pude ni verlo.

Por último, no quería dejar pasar esta oportunidad para mostrar mi disconformidad con las personas que antes de su desaparición física se negaban a escuchar su música alegando desagradables adjetivos despectivos contra su persona, y hoy lo llevan por bandera como ídolo musical. Desgraciadamente, nunca sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.

Esa noche todos perdimos parte de nuestra infancia y juventud. Esa noche no murió. Esa noche nació la leyenda. Esa noche comenzó el mito. Esa noche la música calló en señal de respeto…

Hoy más que nunca, el trono queda inamovible. Un trono indiscutible, en el que se sienta un Rey que nunca será reemplazado.